El “poder médico” de Cuba en colapso: nuevo informe revela explotación sistemática
El “poder médico” de Cuba en colapso: nuevo informe revela explotación sistemática
7 de octubre de 2025
El primer informe del Observatorio de Programas de Exportación Laboral Cubanos (OCLEP) documenta una doble crisis humanitaria: el colapso del sistema de salud en la isla y la trata de decenas de miles de médicos cubanos enviados al extranjero en condiciones que cumplen con la definición internacional de trabajo forzoso.
Basados en 31 informes de base y más de 70 testimonios individuales recopilados entre julio y agosto de 2025, los hallazgos describen un país donde los hospitales y clínicas permanecen vacíos mientras el gobierno afirma con orgullo que más de 22.000 médicos cubanos están actualmente activos en más de 50 países. Sin embargo, estimaciones independientes sugieren que la cifra real es considerablemente mayor, llegando potencialmente a entre 40.000 y 50.000 o más, dependiendo de cómo se contabilicen las misiones y el personal. Llegar a una cifra precisa sigue siendo difícil debido a la falta de transparencia de todas las partes involucradas, tanto del gobierno cubano como de los países anfitriones que contratan estas misiones.
Sistema de salud en ruinas
Dentro de Cuba, la atención sanitaria está colapsada:
Más de 12.000 médicos y 7.000 enfermeras abandonaron el sistema en 2023, ya sea emigrando o reasignados al exterior.
La salud pública recibe apenas 1,8–2% del presupuesto nacional, mientras que el turismo y el sector inmobiliario reciben 20 veces más inversión.
Más del 30% de los reportes describen a niños como víctimas: negación de cirugías, tumores sin tratar o dependencia total de donaciones.
Las ambulancias tardan días en llegar, provocando muertes evitables; muchas consultas son atendidas por estudiantes de medicina en lugar de médicos titulados.
Las familias deben aportar sus propias jeringas, antibióticos, anestesia e incluso sábanas; más de la mitad de los reportes mencionan dependencia del mercado negro o de donaciones.
Extrapolando a partir de las estadísticas oficiales y el éxodo de profesionales, expertos estiman que millones de cubanos—posiblemente más de la mitad de la población—carecen hoy de acceso confiable a la salud. Niños y ancianos son los más afectados, con testimonios de tumores cerebrales sin tratamiento, deformaciones óseas y malnutrición.
Médicos como mercancía de exportación
En el exterior, las brigadas médicas generan miles de millones de dólares anuales para La Habana, pero bajo condiciones coercitivas:
Los países anfitriones pagan entre 3.000 y 10.000 dólares por médico al mes, pero los profesionales reciben solo entre 3% y 30% de ese ingreso.
Los testimonios confirman al menos 9 de los 11 indicadores de trabajo forzoso de la OIT, incluyendo abuso de vulnerabilidad, engaño, restricción de movimiento, aislamiento, retención de documentos, retención de salarios, condiciones de trabajo y de vida abusivas, horas extras excesivas e intimidación/amenazas.
La definición de trata del Protocolo de Palermo aplica plenamente: los médicos son reclutados bajo engaño, trasladados al extranjero y explotados en condiciones de las que no pueden escapar.
En Venezuela, algunos fueron obligados a atender a grupos armados bajo amenaza; en México, los contratos hasta 2028 siguen siendo secretos, y las propias autoridades reconocen que no saben cuánto dinero llega realmente a los médicos.
En un caso documentado en Bahamas, el 92% del salario fue retenido.
Una crisis patrocinada por el Estado
El informe de OCLEP concluye que el régimen opera una “economía de trata laboral”, priorizando la entrada de divisas sobre la salud de sus ciudadanos. Las donaciones internacionales, ya sean de ONGs o de la diáspora, suelen desviarse hacia hospitales de élite para extranjeros, mientras la población común queda desamparada.
El costo humano es abrumador: si entre el 50 y 60% de los 11 millones de cubanos carecen de servicios médicos adecuados, entre 5 y 6 millones de personas sufren directamente las consecuencias del colapso sanitario.
Llamado a la rendición de cuentas
El informe exige acciones urgentes de la comunidad internacional, entre ellas:
Revisión independiente de los contratos médicos por parte de los países receptores.
Condicionar la ayuda extranjera a la transparencia y la no desviación de recursos.
Aplicar sanciones de EE. UU. y la UE contra los responsables de trata de personas.
Amplificar los testimonios de las víctimas cubanas en foros de la OIT, la ONU y el sistema interamericano.
“Cuba exporta a sus médicos como mercancía, mientras en casa los niños mueren esperando gasas y antibióticos”, resume uno de los testimonios. El Observatorio advierte que sin una acción decisiva, el modelo del régimen seguirá violando derechos fundamentales y alimentando una emergencia humanitaria en uno de los sistemas de salud más celebrados —pero hoy vacíos— del mundo